Jesus, el Libertador de los endemoniados
Autor:Paulo Arieu
- “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios. …” (Mar. 16:17)
Introducción
El trabajo que llevan a cabo tantos investigadores modernos puede ser discutido en un aspecto u otro, pero, cuando es realizado de manera rigurosa y honesta, resulta casi siempre purificador y ayuda a evitar graves deformaciones. Es irritante oír hablar de Jesús de manera vaga e idealista, o diciendo toda clase de tópicos que no resistirían el mínimo contraste con las fuentes que poseemos de él. Es triste comprobar con qué seguridad se hacen afirmaciones que deforman gravemente el verdadero proyecto de Jesús, y con qué facilidad se recorta su mensaje desfigurando su buena noticia. Mucho más lamentable y penoso resulta asomarse a tantas obras de «ciencia-ficción», escritas con delirante fantasía, que prometen revelarnos por fin al Jesús real y sus «enseñanzas secretas», y no son sino un fraude de impostores que solo buscan asegurarse sustanciosos negocios.(A.Pagola) [14]

En una lista de algunos de los Personajes de Ficción conocidos mundialmente cuya nacionalidad es Española, ya sean de cine, televisión, literatura, comics, video-juegos, etc.,[0] aparecen varios personajes conocidos, entre ellos el zorro,el don Quijote de la Mancha, Sancho Panza y otros mas. En total son 10. Gracias a Dios no aparecen ni Jesús ni el demonio y/o sus huestes. Probablemente a los saduceos (ateos) y fariseos de nuestros días se les escapó esta página web, y aún no la vieron, sino supongo que hubiesen hecho de todo para que figurase al menos el Señor entre la lista de los personajes de ficción.Que increible son los ateos. Nunca vi tanta incredulidad desde los tiempos del imperio romano entre algunos de los griegos que se burlaban de Pablo cuando les predicaba de la resurrección de Jesús.
Los demonios son espíritus, ángeles caídos, son inteligentes, y tienen personalidad, y por si fuera poco, saben que Jesús es salvador, pero no lo aceptan. Ellos saben que Jesús es El Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, pero no lo pueden recibir como Salvador. Admiten que El tiene autoridad suprema. Son inteligentes, malos, y pueden poseer, el cuerpo y la mente Del ser humano. Ellos con frecuencia viven en el cuerpo de los incrédulos. Y de paso le digo que también pueden apoderarse de aquel creyente nominal que no ha permitido hacer a Jesús, y al Espíritu Santo dueño de su corazón. Porque no pueden vivir en la misma casa, Jesús y los demonios.. Estos demonios causan enfermedades aunque no todas son causadas por ellos. Causan desordenes síquicos. Ellos pueden habitar en los seres humanos, y hasta en los animales, como es el caso de los cerdos. Los demonios se mantienen en conflicto con los cristianos.
- “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef. 6:12)
Este versículo nos enseña que nuestro verdadero enemigo es invisible; los caminos de Satanás son engañosos. Sin embargo gracias a la Palabra de Dios estamos advertidos acerca de esto para no ser sorprendidos. Si logramos entender y estar al tanto de esta guerra espiritual, estaremos mejor preparados para enfrentar ventajosamente las batallas de la vida diaria. Sus verdaderas luchas toman lugar en el ámbito espiritual al enfrentar las fuerzas supernaturales del enemigo. Debemos estar convencidos que cuando enfrentamos ataques de parte de hombres de esta tierra, ese ataque viene dirigido por fuerzas invisibles que están detrás del escenario visible, esas fuerzas adversarias son fuerzas superiores a la de aquellos que vemos frente a nosotros. En este aspecto esas gentes no son en efecto su verdadero problema o enemigo; ellos son simplemente víctimas e instrumentos del enemigo, a quienes el usa convenientemente para avanzar su causa.
El Apóstol Pablo coloca la hechicería y la idolatría, como una de las obras de la carne, leemos:
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“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, iras, celos, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo había dicho antes, que los que practican tales cosas no heredar n el reino de Dios.” (Gál. 5: 17-21)
Aunque es cierto que en la brujería hay acción diabólica, la gente ignorante y supersticiosa ha creado muchísimas fábulas y supersticiones: Brujas que vuelan sobre una escoba, encantaciones que transforman a la víctima en un sapo… Estas fantasías no son causadas por la religión, sino al contrario, ocurren por faltar la auténtica fe. En el trabajo “De ecclesiasticis disciplinis” atribuido a Regino de Prum (906 d.C.), en la sección 364, critica a “ciertas mujeres” que “seducidas por ilusiones y fantasmas de demonios, creen y abiertamente profesan que en plena noche ellas viajan sobre ciertas bestias junto con la diosa pagana Diana y una cantidad innumerable de mujeres y que en estas horas de silencio vuelan sobre vastas expansiones de terreno y la obedecen como señora…” Regino se lamenta de que ellas llevan a esas fantasías y por lo tanto al paganismo a mucha gente (innumera multitudo). Concluye que es “el deber de los sacerdotes [ministros] enseñar a la gente que estas cosas son absolutamente falsas… implantadas por el maligno”[8]
Casi desde los albores mismos de la humanidad se ha venido practicando la magia, la hechicería y muchas de las hoy llamadas ciencias ocultas. Conforme ha pasado el tiempo, la mayoría de estas absurdas y diabólicas prácticas solamente han ido refinándose, al paso como el espíritu y la cultura ha ido sufriendo transformaciones. Y es posible pensar que todas estas prácticas existen desde el comienzo mismo de la historia, porque su inspirador el príncipe de los Demonios, existe desde mucho antes.
Reconstruir el pasado con exactitud científica es imposible. Lo que paso,pasó. Hay muchas especulaciones y debates entre los eruditos si fue de una manera o fue de otra la historia de Jesús de Nazareth que sus discípulos nos contaron a traves del Espiritu santo. Se les pide a estos hagiografos una exactitud cientifica que no estaba en el própósito de ellos. Ellos escribieron siendo inspirados por el Espíritu Santo, algunos años despues de la resurrección y asención de Jesós a los cielos. Su intención no solo era poner por orden lo sucedido ante la cantidad de testigos e historias que ya circulaban y sus relatos hsitoricos no solo eran narrativos, sino tambien cristologicos al mismo tiempo.narración y cristologia estan unidos en una misma trama. Y esa es la intención de los autores. Presentarnos un relalato inspirado por el Señor, autorizado por Su firma y que nos sirva de guia y de devoción en cuanto a los propósitos ministeriales de Jesús. Cuando Cristo vino al mundo, el reino de Dios se acercó a nosotros. Lamentablemente, los fundamentalistas religiosos de siempre, de las disitintas escuelas fariseaicas que hay en nuestros días, no saben manejar la tensión de la información en los procesos de reconstrucción del histórico pasado. Quieren tan solo el dogma, el kerygma, y relativizan todo el contexto histórico por considerarlo demasiado especulativo, lamentablemente. Pero la realidad es que necesitamos las dos cosas, para que un texto sin su contexto no se convierta en un pretexto. “Todo lo que es único en el universo nunca más vuelve a suceder y por eso es intrínsecamente hermoso”.[10] Lo que pasó, pasó, es único y no se vuelve a repetir. Por este motivo es que considero que estudiar los contextos historicos de la vida de nuestro Señor son apasionantes. “Los tiempos vuelven al inicio misterioso de la caminada de la vida. Pero tenemos que seguir adelante. Ellos vienen con nosotros en nuestro corazón, ahora ligero y rejuvenecido porque empapó sus raíces en la esencia de la vida que es la sangre, los lazos, el afecto y el amor.”[11]
Así que, cuando miramos los textos del Nuevo Testamento, en los primeros años de nuestra era actual, encontramos el ejercicio de la hechicería en todo su furor. Por esta razón, los apóstoles y el mismo Señor Jesucristo, debieron oponerse a éstos ocultistas con todo el énfasis y el empeño, conocedores como eran, de las argucias del diablo para mantener en el engaño a las gentes.
Hay tan solo dos reinos, en relación a lo espiritual:
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El reino de Satanás, en el cual vive una inmensa parte de la humanidad, entregada a los vicios, el pecado y a las diversas formas de hechicería, como hemos tratado de explicar en éstos capítulos.
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Y, el Reino de Dios en contraposición al reino de las tinieblas llamando a todos los hombres que quieran venir a El, por la aceptación personal del Salvador Jesucristo en sus corazones.
El repudio que los apóstoles comienzan a hacer en cuanto al ocultismo, se manifiesta desde los primeros días de su ministerio en la tierra. La magia y todo lo que de ella se deriva fue condenada de una manera tan fuerte por los primeros cristianos, con el mismo énfasis, y si se quiere, aún más, que la condena que a la misma, hicieran los profetas del antiguo Testamento. El carácter y los principios de Dios no cambian. Dios sigue siendo el mismo. El condenar siempre este tipo de prácticas porque se oponen a El, a su Santidad, y su propósito con el hombre.
El gran apóstol enfatizaba sobre esto: “Como ya os lo he dicho antes”. No era cualquier cosa que pudiera pasar desapercibida para la iglesia naciente. No con la hechicería!, dice Pablo Nada con la idolatría! . Las escrituras exhortan de ese modo al arrepentimiento a todos cuantos consultan adivinos, agoreros, o incluso a los que leen los horóscopos o creen en las predicciones de la astrología. Quienes practican tales cosas, tendrán el mismo destino de los fornicarios y homicidas.
Leemos:
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” Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de sus fornicaciones, ni de sus hurtos.”, (Ap. 9:21)
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” Luz de lampara no alumbrar más en ti….porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.”, (Ap. 18:23)
y los versículos concluyentes:
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” Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”, (Ap. 21:8)
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” Más los perros estar n fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.” (Ap. 22:15)
¿Qué vino a hacer Jesús?
Quién fue Jesús de Nazaret y qué sabemos hoy de él? Intento compartir un pequeño apunte de lo que tiene más posibilidades de historicidad. Todos estos estudios se basan en diversos criterios de historicidad, sobre todo primarios (de dificultad, discontinuidad, testimonio múltiple, coherencia, rechazo y ejecución), aunque también secundarios (huellas del arameo, ambiente y costumbres palestinas, viveza narrativa). Además de los textos biblicos, sin los cuales perdería la brujula de este articulo.
Sabemos por la biblia que Jesucristo fue algo mas que un super hombre, o un taumaturgo. El era una persona teoantrópica, dificil de cuadrar para muchos de nuestros contemporáneos. Son muchos los que se preguntan para que vino Jesús al mundo?
Estas son las razones bíblicas de su primer venida.
- A revelar al Padre
- Mateo 11:27: “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.”
- Para ser el rescate de muchos
- Mateo 26:28: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
- Para servir
- Mateo 20:28: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
- Para salvar al mundo
- Juan 3:17: “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Ver también Lc 19:10)
- Para predicar las buenas nuevas del reino de Dios
- Lucas 4:43: “Per él les dijo: ‘Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.’”
- Para traer división
- Lucas 12:51: “¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.”
- Para hacer la voluntad del Padre
- Juan 6:38: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.”
- Para dar las palabras del Padre
- Juan 17:8: “porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.”
- Para dar testimonio a la verdad
- Juan 18:37: “Le dijo entonces Pilato: ‘¿Luego, eres tú rey?’ Respondió Jesús: ‘Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.’”
- Para Él morir y destruir el poder del diablo
- Hebreos 2:14: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto, al diablo.”
- Para destruir las obras del diablo
- 1ª Juan 3:8: “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”
- Para cumplir la Ley y los Profetas
- Mateo 5:17: “No penséis que he venido para abrogar la ley y los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
- Para dar vida
- Juan 10:10, 28: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia…y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mis manos.”
- Para probar la muerte por todos
- Hebreos 2:9: “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.”
- Para ser Sumo Sacerdote
- Hebreos 2:17: “Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.”
- Para expiar el pecado
- Hebreos 2:17: “Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.”
- Para proclamar libertad a los creyentes
- Lucas 4:18: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuando me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;”
- A proclamar el año del Señor
- Lucas 4:19: “A predicar el año agradable del Señor.”
- A traer juicio
- Juan 9:39: “Dijo Jesús: ‘Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vena, y los que ven, sean cegados.”
- Para llevarse el pecado
- 1ª Juan 3:5: “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.”
- Para predicar
- Marcos 1:38: “Él les dijo: ‘Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.”
- Para llamar a pecadores
- Marcos 2:17: “Al oír esto Jesús, les dijo: ‘Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.’”
- Para dar a conocer al que es verdadero
- 1ª Juan 5:20: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.”
Vamos a ver en este artículo, su propósito divino, en relación a lo que esta escrito en Primera de Juan
- “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”(1 Jn. 3:8)
Los endemoniados gadarenos
Cuando Jesus llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos[1], vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera (Mat. 8:28). Por la mañana temprano, el Salvador y sus compañeros llegaron a la orilla, y la luz del sol naciente se esparcía sobre el mar y la tierra como una bendición de paz. Pero apenas habían tocado la orilla cuando sus ojos fueron heridos por una escena más terrible que la furia de la tempestad. Desde algún escondedero entre las tumbas, dos locos echaron a correr hacia ellos como si quisieran despedazarlos. Los discípulos y sus compañeros huyeron aterrorizados; pero al rato notaron que Jesús… allí estaba donde le habían dejado. El que había calmado la tempestad… no huyó delante de esos demonios…
Con autoridad ordenó a los espíritus inmundos que saliesen. Sus palabras penetraron las obscurecidas mentes de los desafortunados… Un cambio maravilloso se había verificado en los endemoniados. Había amanecido en sus mentes. Sus ojos brillaban de inteligencia. Sus rostros, durante tanto tiempo deformados a la imagen de Satanás, se volvieron repentinamente benignos. Se aquietaron las manos manchadas de sangre, y con alegres voces los hombres alabaron a Dios por su liberación…
Los habitantes de Gádara tenían delante de sí la evidencia viva del poder y la misericordia de Cristo. Veían a los hombres a quienes él había devuelto la razón; pero tanto temían poner en peligro sus intereses terrenales, que trataron como a un intruso a Aquel que había vencido al príncipe de las tinieblas delante de sus ojos, y desviaron de sus puertas el Don del cielo.
Pero el sentimiento de los endemoniados curados era muy diferente. Ellos deseaban la compañía de su libertador. Con él, se sentían seguros de los demonios que habían atormentado su vida y agostado su virilidad. Cuando Jesús estaba por subir al barco, se mantuvieron a su lado, y arrodillándose le rogaron que los guardase cerca de él, donde pudiesen escuchar siempre sus palabras. Pero Jesús les recomendó que se fuesen a sus casas y contaran cuán grandes cosas el Señor había hecho por ellos…
Tan pronto como Jesús les señaló su deber, estuvieron listos para obedecer. No sólo hablaron de Jesús a sus familias y vecinos, sino que fueron por toda Decápolis, declarando por doquiera su poder salvador… Al hacer esta obra, podían recibir una bendición mayor que si, con el único fin de beneficiarse a sí mismos, hubieran permanecido en su presencia. Es trabajando en la difusión de las buenas nuevas de la salvación, como somos acercados al Salvador… No podían instruir a la gente como los discípulos que habían estado diariamente con Jesús. Pero llevaban en su persona la evidencia de que Jesús era el Mesías. Podían contar lo que sabían; lo que ellos mismos habían visto y oído y sentido del poder de Cristo.
Jesús libertaba de los espiritus malignos

Nosotros sabemos que Satanás es un enemigo derrotado. No sólo necesitamos decirle esto al mundo, mas necesitamos demostrarlo por el poder del Espíritu Santo, y usar la Palabra de Dios y el nombre del Señor Jesucristo. A Jesús se lo acusa o de no existir, o de ser tan solo un mago mas de esa época primitiva y precientífica. Sin embargo, el Señor Jesús no solo curaba a los enfermos. Lleno del Espíritu de Dios, se acercaba también a los poseídos y los liberaba de los espíritus malignos. Nadie lo pone en duda. Jesús fue un exorcista de prestigio extraordinario, incluso fuera de los ambientes cristianos; todavía bastantes años después de su muerte había exorcistas que seguían utilizando su nombre como medio poderoso para expulsar demonios. La actuación de Jesús con los endemoniados provocó un impacto mucho mayor que sus curaciones. La gente quedaba sobrecogida y se preguntaba dónde estaba el secreto de una fuerza tan poderosa.
Algunos veían en él un peligro y lo acusaban de estar «poseído» por un espíritu maligno y de actuar como agente de Beelzebú. A Jesús, por el contrario, le confirmaba en una convicción que iba creciendo en su corazón: si el mal está siendo vencido y es posible experimentar la derrota de Satanás, es que el reino de Dios ya está llegando. ¿Quiénes son estos enfermos? ¿Cómo podemos captar desde nuestra cultura esta peculiar experiencia que se vivía en tomo a Jesús? ¿Cómo los curaba?
En general, los exegetas tienden a ver en la «posesión diabólica» una enfermedad. Se trataría de casos de epilepsia, histeria, esquizofrenia o «estados alterados de conciencia» en los que el individuo proyecta de manera dramática hacia un personaje maligno las represiones y conflictos que desgarran su mundo interior.
Investigadores recientes, estudian la actuación de Jesús utilizando la categoría de «estados alterados de conciencia», que ha sido propuesta por la antropología moderna para definir de «manera neutral» extraños fenómenos que suceden en las sociedades de todos los tiempos y que son interpretados de diversa forma en cada cultura. Sin embargo, esta categoría de «estado alterado de conciencia» no deja de ser ella misma una interpretación cultural hecha desde la psicología moderna. Sin duda es legítimo pensar hoy así, pero lo que vivían aquellos campesinos de Galilea tiene poco que ver con este modelo de «proyección» de conflictos sobre otro personaje.
Es exactamente lo contrario. Según su mentalidad, son ellos los que se sienten invadidos y poseídos por alguno de aquellos seres malignos que infestan el mundo. Esta es su tragedia. El mal que padecen no es una enfermedad más. Es vivir sometidos a un poder desconocido e irracional que los atormenta, sin que puedan defenderse de él.
En estas sociedades primitivas no hay que confundir una «enfermedad» causada por un espíritu maligno con una «posesión diabólica». Probablemente es más acertado ver en el fenómeno de la posesión una compleja estrategia utilizada de manera enfermiza por personas oprimidas para defenderse de una situación insoportable. Cuando no hay otro medio para rebelarse, en el individuo se puede desarrollar una personalidad separada que le permite decir y hacer lo que no podría en condiciones normales, al menos sin importantes riesgos.
¿Había alguna relación entre la opresión que ejercía sobre Palestina el Imperio romano y el fenómeno contemporáneo de tantas personas poseídas por el demonio? ¿Era esta una forma enfermiza de rebelarse contra el sometimiento romano y el dominio de los poderosos? Aunque la curación del endemoniado de Gerasa no es una narración estrictamente histórica, puede ayudamos a intuir la conexión que se podía establecer oscuramente entre la posesión demoníaca y la opresión de Roma. Según el relato, el demonio es uno solo, pero se llama «legión», porque son muchos, como la división armada de Roma que controla Palestina; los demonios entran en los «cerdos», los animals más impuros de todos y los que mejor podían definir a los romanos; más tarde, los cerdos se precipitan en el «mar», lugar donde la resistencia judía quería verlos hundidos para siempre.(Mar. 5:1-20).
Son bastantes los estudiosos que consideran la posesión demoníaca en Galilea como una forma de secreta resistencia contra Roma, propia de gentes desesperadas. Es sorprendente que la «posesión demoníaca», tan extendida en tiempos de Jesús, esté prácticamente ausente en siglos anteriores. Probablemente a nosotros se nos escapa el terror y la frustración que generaba el Imperio romano sobre gentes absolutamente impotentes para defenderse de su crueldad.
No faltaban tampoco conflictos y opresiones dentro de aquellas familias campesinas de estructura rígidamente patriarcaL No pocos de los poseídos eran, sin duda, mujeres, adolescentes y niños: esposas estériles frustradas y sin honor alguno ante nadie, viudas privadas de defensa ante los atropellos de los varones, niños víctimas de abusos. La posesión se convierte también para ellos en un mecanismo de autodefensa que les permite atraer la atención, defenderse del entorno y adquirir un cierto poder.
Diversos autores, subrayan esta presencia de lo demoníaco en víctimas de abusos y conflictos familiares. Lucas recuerda que Jesús «había curado de espíritus malignos y enfermedades» a diversas mujeres que lo acompañaban, y en concreto a María de Magdala,de la que «habían salido siete demonios» (Luc. 8:2).
Los poseídos a los que se acerca Jesús no son simplemente enfermos psíquicos. Son gentes desnutridas, víctimas de violencias endémicas, im potentes para defenderse de abusos insoportables. Los endemoniados no se sienten protagonistas de una rebelión contra el mal, sino víctimas de un poder desconocido y extraño que los atormenta destruyendo su identidad.
Marcos describe con trazos sobrecogedores a un endemoniado de Gerasa que «corría por los montes» en un estado de soledad total; «vivía en los sepulcros», excluido del mundo de los vivos; estaba «atado con .grillos y cadenas» por una sociedad aterrorizada por su presencia; vivía «lanzando alaridos» en su incapacidad de comunicarse con nadie; «se hería con piedras», víctima de su propia violencia.
¿Qué poder maligno se esconde detrás de una experiencia de estas características? No es fácil responder. Solo sabemos que Jesús se acercó a ese mundo siniestro y liberó a quienes vivían atormentados por el mal. Jesús se parecía a otros exorcistas de su tiempo, pero era diferente. Poseemos diversas fuentes para rastrear las prácticas exorcistas en tiempos de Jesús: el testimonio personal de Flavio Josefo sobre un exorcista judío llamado Eleazar; el relato del escritor romano del siglo 1 Luciano de Samosata sobre un exorcista sirio proveniente de Palestina; la curiosa descripción que se hace de Abrahám como exorcista en el Génesis apócrifo encontrado en Qumrán; el libro de Tobías, escrito en torno al año 200 a. C.
Los papiros mágicos grecorromanos, aun siendo de fecha más tardía y de áreas más alejadas de Palestina, también nos permiten hacernos una idea del trasfondo cultural en el que probablemente actuó Jesús. Probablemente sus combates con los espíritus malignos no resultaban del todo extraños en las aldeas de Galilea, pero había en su actuación algo que, sin duda, sorprendía a quienes lo observaban de cerca. Jesús se acerca al lenguaje y los gestos de los exorcistas de su tiempo, pero, al parecer, establece con los endemoniados una relación muy peculiar.No usa los recursos utilizados por los exorcistas: anillos, aros, amuletos, incienso, leche humana, cabellos. Su fuerza está en sí mismo.
Basta su presencia y el poder de su palabra para imponerse. Por otra parte, a diferencia de la práctica general de los exorcistas, que conjuran a los demonios en nombre de alguna divinidad o personaje sagrado, Jesús no siente necesidad alguna de revelar el origen de su poder: no explica en nombre de quién expulsa los demonios, no pronuncia el nombre mágico de nadie, ni invoca a ninguna fuerza secreta.
El nombre sagrado más utilizado por los exorcistas judíos de esta época era el de Salomón.Flavio Josefo nos habla de la fama que tenía en las leyendas judías el rey Salomón como hombre sabio, conocedor de ciencias ocultas y experto en exorcismos. Tampoco se sirve de conjuros o formulas secretas. Ni siquiera acude a su Padre. Jesús se enfrenta a los demonios con la fuerza de su palabra: «Sal de él»; «cállate»; «no vuelvas a entrar en él» (Mar. 1:25; 5:8; 9:25)
Todo hace pensar que, mientras combate a los demonios, Jesús está convencido de estar actuando con la fuerza misma de Dios. Las fuentes describen su actuación como una confrontación violenta entre quienes se sienten poseídos por Satán y el profeta que se sabe habitado por el Espíritu de Dios. Ambos combatientes se atacan y se defienden.
Los demonios gritan a Jesús con grandes alaridos; Jesús los amenaza y les da órdenes despiadadas. Invade el campo dominado por los espíritus malignos, lo conquista y expulsa a los demonios, que «huyen» derrotados. En ningún momento impone Jesús sus manos sobre los endemoniados. Este gesto de bendición lo reserva para los enfermos.
Este «combate», que a nosotros nos parece una composición literaria,encierra probablemente episodios sobrecogedores de los que fueron testigos aquellas gentes de Galilea. Investigadores recientes sospechan que el propio Jesús sufría una dramática transformación durante su actuación como exorcista.
Buscando el sometimiento de los demonios, habla directamente con ellos, penetra en su mundo, les pregunta su nombre para dominarlos mejor, les grita sus órdenes, gesticula, los pone furiosos y los expulsa. De esta manera destruye la identidad «demoníaca» de la persona y reconstruye en ella una nueva identidad, transmitiéndole la fuerza sanadora de su propia persona. Investigadores recientes piensan que Jesús entraba él mismo en una especie de «trance» e imitaba el comportamiento de los endemoniados para lograr su curación.
Así se explicarían mejor ciertas reacciones ante los exorcismos de Jesús. En el evangelio más antiguo se nos dice que los familiares de Jesús vinieron desde Nazaret a hacerse cargo de él, pues pensaban que «estaba fuera de sí». ¿Qué pudieron observar de extraño en su comportamiento para pensar así si no era su insólita actuación con los endemoniados? En Mar. 3:21, la expresión «estaba fuera de sí» (éjeste) es muy adecuada para hablar de un poseído.
Sus adversarios llegaron más lejos, pues lo acusaron de «estar poseído por Beelzebul» y de «expulsar a los demonios con el poder del príncipe de los demonios» (Mar. 3:22). En el evangelio de Juan se repite una acusación más clara: «Tienes demonio » (7:20; 8:48,49,52; 10:20-21).
Los que lanzan esta acusación no piensan en el bien que hace Jesús a estos enfermos. Más bien ven en sus exorcismos algún tipo de amenaza para el orden social. Liberando a los endemoniados, Jesús está reconstruyendo un nuevo Israel, constituido por personas más libres y autónomas; está buscando una nueva sociedad.
Para neutralizar su peligrosa actividad, nada mejor que desacreditarlo socialmente acusándolo de comportamiento desviado: su poder de expulsar demonios no viene de Dios; tiene su origen en el poder maligno del príncipe de los demonios. Este tipo de acusaciones eran estrategias utilizadas con frecuencia por los poderosos para controlar la sociedad. Jesús no podía permanecer callado; tenía que defenderse y explicar el verdadero contenido de su actividad de exorcista. La acusación es inconsistente.
Satanás no puede actuar contra sí mismo. «Si Satanás expulsa a Satanás, es que está dividido. ¿Cómo va a subsistir su reino?» (Mat.12:26). Es evidente que Jesús no pertenece al reino de Satanás; es absurdo ver en sus exorcismos una alianza con el maligno.
Para disipar cualquier ambigüedad, Jesús expone claramente el sentido de su actividad. «Si yo expulso los demonios con el dedo de Dios, entonces es que ha llegado a vosotros el reino de Dios» (Fuente Q (Luc. 11:20 // Mat. 12:28).
Según Lucas, Jesús expulsa los demonios «por el dedo de Dios». Según Mateo, lo hace «por el Espíritu de Dios». La expresión de Lucas se acerca más al lenguaje vivo y concreto de Jesús. A Jesús no le cabe otra explicación. Aquí está el «dedo de Dios». Su esfuerzo por «liberar» a estos desgraciados es una victoria sobre Satán y el mejor signo de que está llegando el reino de Dios, que quiere una vida más sana y liberada para sus hijos e hijas.
Al parecer, Jesús dio mucha importancia a su actividad de exorcista, pues insistió de nuevo en aclarar su actuación con los demonios por medio de una imagen llena de colorido: «Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear su ajuar, si primero no ata al fuerte; solo entonces podrá saquear su casa» (Mar. 3:27). La imagen es recogida también por la fuente Q (Luc. 11:21-22// Mat. 12:29) y por el Evangelio [apócrifo) de Tomás 35,1-2. Proviene sin duda de Jesús.
Nadie puede invadir el campo dominado por Satán si antes no lo reduce a la impotencia. Jesús ve sus exorcismos como una forma de «atar» al maligno y controlar su fuerza destructora. La pequeña parábola de Jesús hay que entenderla en el contexto cultural de su tiempo,en el que se pensaba que, aunque Dios tiene el poder supremo sobre el mundo, permite a los demonios una cierta influencia sobre la tierra, hasta que al final restablezca su autoridad y los destruya para siempre.
Mientras tanto, en libros conocidos en tiempos de Jesús se dice que es posible «atarlos de pies y manos» (Tobías 8:3; 1 Henoc 10:4) o «encerrarlos en una mazmorra » (Apocalipsis de Isaías 24,21-22).
La casa de brujas [9]
Lamentablemente no siempre se siguió el consejo de Regino de Prum. La brujería se convirtió en escape para culpar de cualquier cosa, hasta desastres naturales y epidemias. Pero existieron otras razones, entre ellas el poder y el interés de crear causa contra enemigos. El resultado fue la persecución y “caza de brujas” en el que se enjuiciaron y condenaron a muerte injustamente a muchas personas, casi siempre las mas indefensas. Quizás el caso mas famoso es el de Santa Juana de Arco quien, acusada de bruja, murió quemada. Nos sirve para elucidar los intereses de poder, venganza y maldad que daban lugar a las persecuciones de brujas.
La persecución de las brujas comienza con el poder secular. El Imperio Romano, en el siglo III, castigaba con la pena de la hoguera a los que causaran la muerte de alguien con sus encantamientos. En el siglo IV, la legislación eclesiástica quiso atenuar la severidad del estado. El Concilio de Elvira (306), Canon 6, rehusó el Viáticum a aquellos que matasen con una encantación (per maleficium) y añade que la razón por tal crimen no podía efectuarse “sin idolatría”; ya que el culto al demonio es idolatría. El canon 24 del Concilio de Ancyra (314) impone cinco años de penitencia a los que consulten magos. Penas similares fueron establecidas por el concilio oriental en Trullo (692).
En los primeros trece siglos de la era cristiana no se dieron por lo general las crueles persecuciones y cazas de hechiceros que aparecieron mas tarde. Mientras el estado permitía la tortura contra los hechiceros, el Papa Nicolás I (d.C. 866) la prohibió. Una ordenanza similar aparece en los Decretos Pseudo-Isidoros. Pero la Iglesia no pudo eliminar la tortura y otros abusos que están arraigados en el corazón del hombre. Llevar el nombre de cristiano no es suficiente para comportarse como tal.
En muchas ocasiones el clero habló con autoridad para evitar las acusaciones fanáticas y abusivas. Entre ellos San Agobardo, arzobispo de Lyon (m. 841) quien escribió “Contra insulsam vulgi opinionem de grandine et tonitruis” (contra las necias creencias de la gente sobre el granizo y el rayo). El Papa Gregorio VII en 1080 escribió al Rey Harold de Denmark prohibiendo que las brujas sean sentenciadas a muerte.
Durante el período de la Inquisición, en la segunda mitad del siglo XIII, la recién instituida Inquisición Papal comenzó a ocuparse con cargos de hechicería. Alejandro IV, ordenó (1258) que los inquisidores deberían limitar su intervenciones a casos con alguna clara presunción de creencias heréticas (manifeste haeresim saparent). Pero como la brujería, con sus prácticas diabólicas, está muy ligada a la herejía, la persecución de brujas no se evitó.
En Toulouse, sede de la herejía de los Cátaros, fue donde en 1275 se dio el primer caso conocido de una bruja llevada a la hoguera por la sentencia jurídica de un inquisitor, Hugues de Baniol (Cauzons, “La Magic”, II, 217). La mujer, “confesó” haber dado a luz un monstruo, resultado de su relación carnal con espíritus malignos y haberlo alimentado con carne de infantes la cual procuraba en expediciones nocturnas. La posibilidad de relaciones carnales entre seres humanos y demonios era aceptada por algunos grandes teólogos como Santo Tomas y San Buenaventura, sin embargo, en la Iglesia prevalecía el sentir contrario. Un testigo poco amistoso a la Iglesia, Riezler (Hexenprozesse en Bayern, p. 32) reconoce que “entre los representantes oficiales de la Iglesia, esta tendencia mas saludable prevaleció hasta los umbrales de la epidemia del juicio de brujas, o sea, hasta avanzado el siglo XVI”. En el Sínodo Provincial de Salzburg de 1569 (Dalham, “Concillia Salisburgensia”, p. 372), hay una fuerte tendencia a prevenir la imposición de la pena de muerte en acusaciones de brujería, insistiendo que estas son ilusiones diabólicas.
Pero no hay duda de que en el siglo XIV algunas constituciones papales de Juan XXII y Benedicto XII (cf. Hansen, “Quellen und Untersuchungen“, pp. 2-15) estimularon mucho el enjuiciamiento por brujería y otras prácticas mágicas por parte de los inquisitores, especialmente en el sur de Francia. En un juicio a gran escala en Toulouse en 1334, de 63 personas acusadas de ofensas de este tipo, 8 fueron entregadas al poder secular para ser quemadas. El resto fueron a prisión de por vida o con largas sentencias. Dos de las condenadas, ambas mujeres mayores, después de ser torturadas, confesaron haber asistido a un aquelarre de brujas, haber allí adorado al demonio y ser culpables de indecencias con él y otras personas presentes y haber comido carne de infantes. (Hansen, “Zauberwahn”, 315; y “Quellen und Untersuchungen“, 451). En 1324 Petronilla de Midia fue quemada en Irlanda por recomendación de Richard, Obispo de Ossory. Durante este período, las cortes seculares acusaban y enjuiciaban por brujería con igual o mayor severidad que los tribunales eclesiásticos. Se usaba la tortura y la hoguera.
No se conoce qué enjuiciamientos de este tipo se llevaron a cabo en Alemania por inquisitores papales durante los siglos XIII y XIV. Alrededor del año 1400 encontramos muchos enjuiciamientos de brujas en Berne, Suiza por manos de Pedro de Gruyères, que, a pesar de lo que dice Riezler, era sin lugar a dudas un juez secular (Hansen, “Quellen, etc.”, 91 n.). También jueces seculares en Valais (1428-1434) mataron 200 brujas y en Briancon en 1437 mas de 150. Las víctimas de los inquisitores, ej. en Heidelberg en 1447; o Savoya en 1462, parecen no haber sido tan numerosas.
Algunos escritores han pensado que la Bula, “Summis desiderantes affectibus“, del Papa Inocencio VIII (1484) fue responsable de la fiebre contra las brujas. Esto no es cierto ya que las campañas anti-brujas preceden a esta Bula la cual no contiene nada nuevo. Su efecto fue mas bien el de ratificar el poder ya conferido a los inquisitores Enrique Institoris y Santiago Sprenger para tratar con crímenes de brujería y herejía y pedir al Obispo de Strasburg que apoye a los inquisitores. Esta Bula Papal, sin embargo, no pronuncia ninguna decisión dogmática. Quizás el libro “Malleus Maleficarum” (el martillo de las brujas), publicado unos dos años después por los mismos inquisitores, fue el que mas incitó al enjuiciamiento de brujas. Pero los enjuiciamientos de brujas en los siglos XVI y XVII fueron en su mayoría hechos por el poder secular.
Tambien durante los primeros tiempos de la Reforma Protestante, se dedicaron algunos a la caza de brujas. Sin lugar a duda, Lutero y Calvino y sus seguidores aumentaron grandemente la creencia popular en el poder del demonio en la brujería y otras prácticas mágicas. Lutero, basado en su interpretación del mandamiento Bíblico, abogó por la exterminación de las brujas. “La Historia del Pueblo Alemán” de Janssen argumenta con muchas pruebas (capítulos IV y V, del último volumen: vol. XVI de la edición inglesa) que una gran responsabilidad por la caza de brujas recae en los Reformadores.
El código penal conocido como Carolina (1532) decretó que la hechicería debe ser tratado como una ofensa criminal en el imperio alemán y si causó daño a alguna persona, la bruja debía ser quemada. En general, la mayor actividad de cacería de brujas ocurrió en los distritos Protestantes de Alemania que en las provincias católicas. Ejemplos de ello son Osnabruck y Wolfenbuttenl. En Osnabruck, en 1583, 121 personas fueron quemadas en tres meses. En Wolfenbuttenl, en 1593 hasta diez brujas fueron quemadas en un día. No fue hasta el 1563 que se le hizo una resistencia eficaz a la persecución por medio de un protestante de Cleues, Juan Weyer. Se le unieron las protestas de Ewich y Witekind.
En el debate sobre las brujas había católicos y protestantes en ambos lados. Quizás la protesta mas efectiva contra la caza de brujas fue la del jesuita Friedrich von Spee, quién en 1631 publicó “Cautio criminalis“.
La persecución ocurrió en muchos países. La persecución de brujas se extendió por muchos países. En el siglo XVI había enjuiciamientos por tribunales seculares en Roma. En Inglaterra y Escocia también hubo persecuciones pero no hay cifras precisas sobre las ejecuciones. Howell, escribiendo en 1648, dice que en el período de dos años hubieron casi 300 brujas procesadas y la mayoría ejecutadas en Essex y Suffolk solamente.
El Papa Gregorio XV, en su constitución “omnipotentis” (1623), recomendó un procedimiento más clemente y en 1657 una Instrucción de la Inquisición amonestó con eficacia la crueldad de las persecuciones. Al final del siglo XVII la persecución comenzó a reducirse en casi en todo el mundo y al principio de XVIII prácticamente cesaron. El último juicio por brujería en Alemania fue en 1749 en Wurzburg, pero en Suiza una niña fue ejecutada como bruja en el Cantón Protestante de Glarus en 1783.
En los Estados Unidos, Cotton Mather, en su “Maravillas del Mundo Invisible” (1693), cuenta que 19 ejecuciones de brujas ocurrieron en Nueva Inglaterra. No hay pruebas para las alegaciones de que algunas mujeres fueron enjuiciadas formalmente en México a finales del siglo XIX (ver Stimmen aus Maria-Laach, XXXII, 1887, p. 378).
En un gran número de enjuiciamientos, las confesiones de haber participado en toda clase de horrores satánicos, fueron hechas espontáneamente y aparentemente sin amenaza o miedo de tortura. Además el pleno reconocimiento de culpa parece constantemente haber sido confirmado justo antes de la ejecución, cuando el acusado no tenía nada que ganar o perder con la confesión. Esto puede atribuirse en muchos casos a razones psicológicas.
“OÍME BIEN SATANAS”.
Pienso que a este articulo le faltaría algo si no comparto este testimonio del predicador argentino Carlos Anacondia. Presencié dos de sus campañas masivas en mi ciudad, hace ya algunos años atrás. Uno de 45 dias y otra de 30 dias,los dos eventos fueron días seguidos. Y sin duda, pude ver muchas cosas interesantes. Escuché de la boca de algún que otro predicador acusaciones e insinuaciones cercanas a que el es una especie de brujo. Pero tanto en la brujería como en la magia se encuentran estos elementos:
- La realización de rituales o de gestos simbólicos. La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos (ejercer un maleficio o atadura sobre alguien), algunos de los cuales requieren hierbas particulares.
- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
- Pronunciamiento de un hechizo. Hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder.
- Una condición prescrita del que efectúa el rito. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.
Nada de esto se da en las campañas de este predicador. Aunque es verdad que hay personas mas sugestionables que otras, pero esto no es culpa del predicador sino de la psiquis del oyente. La Magia es la ciencia de los antiguos magos; y la religión cristiana, que silenció los falsos oráculos y puso coto a las ilusiones de los falsos dioses.[7]
Nada tiene que ver con las predicaciones de Anacondia, que se oponían a las fuerzas del mal,con exhortaciones violentas y autoritarias contra los poderes satánicos y proclamaciones cristológicas y hamartiológicas (pecado) y mensajes nuevotetamentarios fáciles de comprender.

Esta; es la expresión con la que se identifica el predicador argentino Carlos Alberto Annacondia; quien habla con autoridad frente a los retos espirituales de todas las generaciones. Esta frase también le da el nombre a su “bestseller” literario. Carlos Annacondia conoció al Señor el 19 de mayo de 1979 en San Justo, provincia de Buenos Aires, en una Cruzada Evangelística con el Rev. Manuel Ruiz, de Panamá y aún siendo un próspero hombre de negocios, Dios lo llamó y lo levantó como Evangelista. Casado con María Luján Revagliatti; padres de Carlos, María Eugenia, Ángel, José María, Rebeca, Moisés, Elías, Ruth y Natanael de los cuales tienen ya 14 nietos.
A tan solo una semana de haber conocido al Señor, el pastor Annacondia y su esposa fueron “bautizados por el Espíritu Santo”; y desde ese instante empezó el fuego y la pasión por llevar el evangelio a todo lugar. El Señor le dio una visión de multitudes en diferentes partes del mundo; y así empezaron a visitar los hospitales y a orar por los enfermos teniendo un sobrenatural respaldo de Dios; milagros y sanidades empezaron a ser lo que destacara este ministerio. Siendo el diacono de la iglesia, este sencillo hombre de Dios era solicitado para predicar en su región, en el país y luego en otros países; para reuniones de sanidad y liberación al aire libre.
“Hay algo que como Ministerio queremos declarar en cada lugar, luego de cada Cruzada, y luego de cada testimonio y cada vida salvada: A Dios sea toda la Gloria por lo ocurrido y por lo que vendrá”: Carlos Annacondia.
Su mensaje ha sido escuchado por multitudes de todas las razas y condiciones sociales alrededor del mundo. Se estima que varios millones de personas han tomado la decisión por el Señor Jesucristo en sus Cruzadas; de igual manera preside el Equipo “Misión Cristiana Mensaje de Salvación”, de la Unión de las Asambleas de Dios en Buenos Aires. 30 años de ministerio se cumplieron el 2 de abril de este 2012.
- a) Su Visión es: “Evangelizar Argentina, América y el Mundo”.
- b) Su Misión es: “Servir a la Iglesia de Jesucristo a través de las cruzadas evangelísticas. “
- c) Su Mandato es: “Dejar el fruto de las cruzadas, de esfuerzo y trabajo unido en las iglesias para que crezcan en la Fe y el Poder de Dios.
La predicación de este ministro es lo mas parecido a lo que se lee en los evangelios de Jesús. Combina metodos biblicos con actitudes particulares de su puño y letra, pero es innegable el respalado de Dios en su vida y ministerio. He oido a muchos fariseos contemporáneos ir detrás de sus campañas masivas de evangelización buscando el error, la herejia y como desautorizarlo, pero no tengo la mas pequeña duda de que Dios lo usaba.No es un teologo, es un predicador popular de evangelización masiva y choques de poder espiritual contra los demonios. Cada predicación de sus campañas sin duda era una fiesta con Jesús, “el Hombre de Galilea que está pasando por acá”
Echando fuera demonios
Ahora leeremos acerca de la autoridad que tenemos sobre los demonios en el Nombre de Jesús. Un problema que tiene la gente es que ha sobredimensionado a Satanás y los demonios, les dan más autoridad que la que en realidad tienen; pero como vimos antes ya han sido despojados, desarmados y se les ha quitado todo poder; Jesús ya los venció y nos dio la autoridad sobre ellos.
- Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya…” (Lc 10:1, 8, 9).
- “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones [dos símbolos bíblicos de demonios], y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lc 10:17-20).
El último versículo (vs 20) habla muy claro de que el hecho de ser salvos es una causa mayor para el regocijo, que lanzar fuera demonios en el Nombre de Jesús. El objetivo principal de nuestro ministerio no es lanzar fuera demonios, sino predicar el evangelio a los perdidos. Ahora, a fin de predicar el evangelio de una manera que las personas respondan y sean salvas, tenemos que trabajar en el poder y demostración del Espíritu (1 Co 2:4). Es vital que tengamos autoridad sobre los demonios de Satanás y que pongamos tal autoridad en práctica.
Dos grandes poderes están envueltos en una lucha de vida o muerte por los seres humanos. Pedro y Juan describieron esto de la siguiente manera:
Pedro dijo: “…velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pe. 5:8).
Juan dijo: “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Jn 3:8). Jesús nos llama a unirnos en Su obra de destrucción contra el diablo. Antes de describir a los demonios, sería conveniente si pudiéramos comprender algo acerca de Satanás. ¡Como debemos entonces enfrentarnos a ellos.
a) Lo primero que debemos saber es que las señales acompañan a los que creen.
El término creer es pisteuo y según Vine significa: “Creer, ser persuadido de, y por ello fiarse de, confiar.” Significa, en este sentido de la palabra, apoyarse en, no una mera creencia. Debemos apoyarnos en la declaración de Jesús: “En mi nombre echarán fuera demonios.” Debemos estar persuadidos, convencidos y confiados que lo que Jesús dijo es la verdad y que va ha suceder lo que ha dicho.
Eso es fe, y la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios; lo que nos dice que debemos depositar la Palabra de Dios continuamente en nosotros en cuanto al área de la autoridad que tenemos en el Nombre de Jesús para llegar a esa convicción.
b) Lo segundo que debemos hacer es conocer el valor del nombre de Jesús.
La autoridad que tenemos la desatamos mediante el uso del nombre de Jesús.
- “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Jn. 14:13-14)
En este pasaje dice que debemos pedir en el nombre de Jesús. ¿A quien debemos pedirle? Como hemos visto anteriormente, podemos escribir este pasaje de este modo: “Todo lo que demandes, o exijas, en mi nombre, yo lo haré”; ya que la frase “al Padre” no se encuentra en los originales. Para los discípulos esto quedo bien claro; pues en Hechos podemos ver como usaron el Nombre de Jesús:
- Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.(Hch. 3:1-8)
Pedro y Juan sabían muy bien lo que tenían; sabía que podían usar su autoridad en el nombre de Jesús para traer una sanidad.Nosotros como cuerpo de Cristo tenemos la autoridad y el derecho de usar el nombre de Jesús pero no la gente de mundo.
- ” Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.(Hch. 19:13-16)
Es interesante ver que tanto los hijos de Esceva como el demonio, ellos conocían quien era Jesús. Los hijos de Esceva sabían que había autoridad en el nombre pero ellos no tenían derecho a usarle porque no eran parte del cuerpo de Cristo.
c) Lo tercero es que debemos hacer algo con esa autoridad.
- “Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.(Hch. 16:16-18)
El verso 17 en la Biblia de Jerusalén nos dice lo que realmente decía la mujer: “Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: ‘Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación.’”
Pablo no estaba predicando “un” camino de salvación, el predicaba el único camino de salvación. Pablo hizo algo al respecto, él hecho fuera el espíritu de adivinación en el nombre de Jesús. Nosotros hemos recibido la autoridad ahora debemos usarla. Esto nos da más luz acerca de lo que debemos hacer para usar nuestra autoridad.
- “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (Stgo. 4:7)
El término someteos es jupotasso que es principalmente un término militar, ordenar abajo (jupo, debajo; tasso, ordenar). Denota: ponerse en sujeción, sujetarse. Al someternos estamos poniéndonos bajo las ordenes de Dios; nos sometemos a Su Palabra; es decir, la aceptamos como una realidad en nuestras vidas. Si Él ha dicho que tenemos autoridad, lo aceptamos como un hecho; si Él ha dicho que somos sanos por la llagas de Jesús, lo somos, lo aceptamos como un hecho; si Él dice que somos prósperos, lo somos.
a) Lo primero que hacemos es aceptar su Palabra como un hecho real para nosotros.
b) Lo segundo es resistir al diablo.
¿Cómo lo hacemos? Usando la Palabra de Dios y el nombre de Jesús.
c) Lo tercero es que el diablo huirá de nosotros.
El huirá, escapará de nosotros, como una mosca al ver un matamoscas.
Vayamos ahora a Primera de Pedro
- ” Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.(1 Pe. 5:6-9)
Vemos aquí el mismo principio de Santiago, humillarnos ante la poderosa mano de Dios, someternos a Él y Su Palabra. Si Dios ha dicho algo es así; debemos creerle, no dependiendo de nuestras propias fuerzas sino de las del Señor. Debemos ser sobrios y velar; es decir mantenernos firmes en la Palabra; no ir a derecha ni ha izquierda.Y debemos resistirlo con la Palabra de Dios y el nombre de Jesús. No le quedará más remedio que huir.
QUIÉN ES SATANÁS?
Hemos citado como Jesús operaba sobre las fuerzas del mal, pero no expliqué quien es este personaje tan siniestro.
Satanás es el dios de este mundo (2 Co 4:4). Él era príncipe de naciones (Mt 4:8, 9). Él es autor de todas las miserias y problemas, de todas nuestras enfermedades y dolores, y de la misma muerte. Es rey y comandante de todos los espíritus demoniacos. Él reina sobre todos los ejércitos de las tinieblas y del Infierno. Su principal deseo y maquinación es destruir las vidas humanas; por consiguiente, se complace en causar dolor al corazón de Dios, nuestro Padre celestial.
Podemos entender mejor quién es Satanás por los nombres que la Biblia le da:
1. El Diablo En Mateo 13:19, es llamado “el malo”. En el versículo 39 es llamado “el enemigo” y “el diablo”. La terminología diablo significa “acusador”, “difamador” o “calumniador”.
2. El Acusador En Apocalipsis 12:10, es llamado “acusador de nuestros hermanos”.
3. El Adversario En 1 Pedro 5:8, es llamado “el adversario”, y es comparado con “un león rugiente, quien anda alrededor buscando a quien devorar”.
4. El Dragón En Apocalipsis 20:2, es descrito por un grupo de nombres tan repugnantes, que causa disgusto mencionarlos: “el dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás”.
5. El Padre De Mentiras En Juan 8:44, es llamado por Jesús “homicida, mentiroso, y padre de mentiras”.
6. El Tentador En Mateo 4:3, es llamado “el tentador”.
7. El Príncipe De Los Demonios En Mateo 12:24, es llamado “el príncipe de los demonios”.
8. El Príncipe De La Potestad Del Aire En Efesios 2:2, es llamado “príncipe de la potestad del aire”.
9. El Príncipe De Este Mundo En Juan 14:30, es llamado “el príncipe de este mundo”.
10. El Engañador En 2 Corintios 11:3, es llamado “la serpiente con su astucia engañó a Eva [o sea engañador]”.
Pero QUÉ SON LOS DEMONIOS?
Algunos dicen que los demonios no existen, que el título es meramente una figura poética del lenguaje, pero esto no es cierto. La Biblia es tan clara y definida en sus enseñanzas concernientes a los demonios, como lo es en relación con los ángeles. Ambos, son reales hoy. Ambos deberán ser estudiados y entendidos.
Los demonios son seres espirituales caídos, malvados, aborrecibles y destructivos. Son personalidades de la misma manera en que los espíritus humanos son personalidades. Los demonios son espíritus sin cuerpos físicos donde puedan morar. Nosotros somos espíritus con cuerpos. Nuestros espíritus vinieron de Dios. Los espíritus de los demonios sirven a Satanás y son enviados de su parte.
1. Pertenecen Al Diablo Los demonios pertenecen a Satanás, quien es el gobernador de los demonios, Jesús habla de ellos como sigue: “…el diablo y sus ángeles” (Mat 25:41). La terminología griega “Diabolos” (diablo), significa “acusador” o “calumniador”. Es siempre usado en singular en el Nuevo Testamento.
Las palabras “daimon y daimonion” son usadas tanto en singular como en plural, y no son intercambiables con la terminología de “diabolos”, ya que, sólo existe un “diabolos”: el diablo, pero existen muchos “daimonion o daimon”: demonios.
2. Son Ángeles Caídos Los demonios son ángeles caídos, “que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada” (Jud 6). Cuando fueron creados, al principio eran criaturas perfectas, pero recibieron la libertad para escoger entre el bien y el mal. Los demonios son ángeles que escogieron desobedecer a Dios y hacer la voluntad de Satanás.
a. Algunos Están En Prisión. Primero, están los que pecaron y están en “prisiones de oscuridad” (2 Pe. 2:4), esperando por el juicio de los ángeles (1 Cor. 6:3).
b. Algunos Están Libres. Segundo, están los que cayeron, y a quienes Dios les ha permitido continuar sirviendo a Satanás y a su reino. La razón para esto es uno de los secretos de Dios (Deut. 29:29). Satanás no es omnipresente (no puede estar en todas partes al mismo tiempo, como Dios); no obstante, tiene una multitud de demonios o espíritus sin cuerpo que hacen su voluntad con tanta precisión que al parecer está presente en todas partes.
Satanás es su adversario. Los demonios son sus enemigos. Ellos se oponen a los derechos legales que usted tiene sobre ellos y están celosos de su herencia.
Aprenda a reconocer a su enemigo, a localizarle, a estudiar sus tácticas de guerra y a dominarle por medio de ser diestro en habilidad y fe para lanzarle fuera. Esto es hecho mediante el estudio y conocimiento de la Palabra [la Biblia]. La información que sigue, está diseñada para ayudarle a entender lo que la Biblia dice acerca de este tema.
- “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Co 10:4).
Este versículo nos dice que estamos en guerra, y nuestras armas espirituales son habilitadas por el Espíritu para destruir las ciudadelas o fuertes que los demonios y el diablo dominan al cegar las mentes de los hombres (2 Co 4:4).
- “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef 6:12).
1. Él Es Malo Todo lo que es malo, destructivo, desanimador, malicioso y opresor, viene de Satanás. Las obras del diablo son, y siempre han sido: “hurtar y matar y destruir” (Jn 10:10) los espíritus, mentes y cuerpos de la Creación de Dios, ya sea totalmente o en parte.
2. Él Se Opone A Dios Y A Su Familia Él se opone a nosotros. Nos aborrece. No obstante, somos amonestados a estar alertas. Satanás, como nuestro adversario, siempre está presente para retar nuestra fe, integridad y derechos del pacto. Él siempre está listo para dirigir rebeliones públicas contra Dios y Su familia.
Pero Jesucristo “apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Jn 3:8).
Conclución
Es imposible como dije al principio reconstruir la historia con exactitud. Pero como estudiantes de la Palabra de Dios debemos hacer el esfuerzo y aprovechar los contenidos de aquellos eruditos de mayor confianza. Si lo hacemos bien, habremos logrado demitificar al Señor, mostrar su plena existencia humana e histórica y no solo divina. San Pablo mismo lo intentó y seguramente muchas veces se habra sentido superado por la profundidad de la persona de Jesús. Es así que un día él exclamó que el misterio de la encarnación era algo muy grande, muy tremendo.
Y QUÉ hay RESPECTO A NOSOTROS?
1. Nosotros Tenemos La Armadura De Dios.
- Hemos recibido toda la armadura con la cual podamos resistir a Satanás.
- Jesús, antes de ascender al Padre, otorgó a cada creyente el derecho de usar Su Nombre contra el diablo.
- La espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios, está a nuestra disposición para que la usemos contra Satanás. Nuestros pies están calzados con el evangelio.
- El yelmo de salud (salvación) está puesto sobre nuestras cabezas, y el escudo de la fe es nuestra defensa, con el cual, podemos apagar todos los dardos fieros del maligno (Ef 6:13-18).
2. Tenemos Poder Sobre El enemigo
- Jesús, nuestro Capitán, dice: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo” (Lc 10:19).
- “…les dio poder y autoridad sobre todos los demonios…” (Luc 9:1).
- “…En mi nombre echarán fuera demonios…” (Mar 16:17).
No creo en el mago Jesus. Para nada. Respecto a la calificación de Jesús como mago, creo que
“hay una razón simple y de sentido común para no llamar mago a Jesús”. [2] Y es que esa palabra, que tiene un sentido positivo y negativo en el Nuevo Testamento, no es aplicada a Jesús nunca ni por sus amigos ni por sus adversarios.
Jesús nunca se calificó como mago, ni tampoco en las décadas posteriores a su muerte, ninguno de sus enemigos lo acusó de tales prácticas. La aplicación a Jesús de tal concepto es producto de la investigación moderna, que elabora modelos abstractos. Este modelo, en concreto, no es aplicable a Jesús. Los milagros evangélicos sólo generan oposición en ciertos caso de exorcismo (se hacen por poder delegado de Beelzebub); en ningún lugar de los Evangelios se recoge la idea de que los milagros de Jesús merezcan censura o rechazo. No hay pistas fiables para que podamos afirmar con criterios científicos que la apologética cristiana eliminó de los manuscritos evangélicos esa acusación. Algunos afirman que
“La censura cristiana aisló la mayor parte de las referencias a los procedimientos mágicos”.[3]
Pero esto no lo parece, pues en los Evangelios aparecen muchas otras parecidas: Jesús es aliado de Belcebú, un infractor del sábado, un impostor, que afirma (falsamente) ser el mesías, que se hace pasar por rey de los judíos, etc. Los paralelos presentados con el mundo grecorromano y oriental son abrumadores y que si los evangelios no tuvieran la aureola de sacros, si fueran considerados aparte del ámbito de la fe, la mayoría de los lectores no dudarían en denominar “mágicos” ciertos actos de Jesús.
Se debe confesar que no se dan, sin duda, en los hechos portentosos de Jesús los dos requisitos principales de la magia: no hay coacción a las fuerzas superiores, ni aparece una actuación en provecho propio o en daño de los enemigos. Por otro, para la mentalidad del momento en el que los evangelios se compusieron, se debe tener en cuenta que el Antiguo Testamento, en el libro del Génesis no tiene inconveniente ninguno en admitir la existencia de la magia y que los magos de Egipto eran capaces de realizar los mismos prodigios que Moisés. A la magia de esos hechiceros, Moisés contrapone la contramagia divina. Moisés transforma un cayado en serpiente, los magos hacen lo mismo; Moisés cambia el agua en sangre, los magos realizan el mismo prodigio. Todo depende de la divinidad a la que se sirva. Los mismos actos prodigiosos son en un caso mágicos y en otros, milagros.
Piñero, un erudito español, está en desacuerdo con la calificación global de Jesús como “mago”. Las razones que el da son dos [4]
1. porque es sesgada, no hace justicia al personaje en su conjunto, que queda así desdibujado y no caracterizado con los rasgos propios de un profeta escatológico de la restauración de Israel, heraldo de la inminente venida del reino de Dios, que le cuadran mucho mejor.
2. porque hay quienes defienden sus tesis utilizando las fuentes exclusivamente para sus propósito, utilizándolas indiscriminadamente, mezclando épocas y autores de muy diferente mentalidad y muchas veces fuera de su contexto de sentido común.
Respecto a la acusación de magia[6] contra Jesús en el Talmud, en conclusión puede decirse que los datos de este corpus judío sobre Jesús son de segunda mano, tardíos, tendenciosos, llenos de errores cronológicos y poco fiables. Nos transmiten, sin embargo, una confirmación real e indirecta que no abona el radical escepticismo de algunos pocos investigadores que defienden la no existencia histórica de Jesús. En mi opinión, la existencia real de este personaje es indudable y en una pequeña parte condicionó la vida del judaísmo. Por ello el Talmud y la Misná nos plantean algunos problemas acerca de la personalidad y doctrina del Jesús de la historia. Todo lo que rodea a Jesús plantea problemas históricos de indudable envergadura: cómo fue exactamente el personaje sigue siendo para muchos un enigma aún no resuelto plenamente.
Como cristianos debemos seguir el camino de Jesucristo quién rechaza el pecado pero ama al pecador. La enseñanza de Jesús en el caso de la mujer sorprendida en adulterio se aplica también a la brujería como a cualquier pecado. El camino de Jesús no es la condenación al estilo de los que se proponían apedrearla. Tampoco es el la actitud de los que hoy pretenden que no existe el pecado. Eso sería abandonarla sumida en su desgracia. El camino de Jesús es el amor que defiende de la crueldad y llama a una vida nueva, libre de pecado. El mal no se vence matando sino ayudando con amor y verdad a salir del pecado. El Señor nos enseña a amar a nuestros enemigos. El amor de Dios es mas fuerte que la maldición de todos los brujos del mundo. Una gota de su Preciosa Sangre tiene poder para disipar el mas enfurecido ataque diabólico.
Samuel T. Huntington, director de Estudios Estratégidos de la Universidad de Harvard, en su discutido libro “El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial” (1996) sostiene la hipótesis de que las guerras de la nueva era de la historia mundial serán sobre todo guerras de civilizaciones, marcadas fundamentalmente por las religiones. El primer enfrentamiento, según él sería entre Occidente y el Islam. La guerra de 1991 y ésta de ahora(2003), ambas contra Irak, parecen confirmar su hipótesis’[12]. Sin embargo, el mayor de todos los choques es el espiritual, el del reino de Dios y el reino de las tinieblas.
La brujería, que pertenece al poder de las tinieblas, opera con poder satánico (dado por Satanás). Se trata de los poderes que oprimen a los hombres y que Jesucristo confrontó hasta morir y resucitar para librarnos de ellos. Su victoria no nos evita la lucha contra el maligno sino que nos da la fuerza para vencerlo si tenemos fe.
“Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en las alturas”, según afirma san Pablo. en la epístola a los Efesios.Debemos evitar tanto el exagerar como el minimizar el poder de Satanás. En una guerra es esencial conocer las fuerzas contrarias y saber como vencerlas. Satanás tiene poder para tentar y asediar a los fieles, pero su poder no es comparable al de Dios Todopoderoso. Satanás puede causar persecuciones y hasta el martirio de los fieles. La victoria de los santos no está en vivir sin pruebas sino en vencerlas manteniéndose fieles a Dios.
El demonio existe y entra en relación con aquellos que lo buscan. Como recompensa a quien le ofrece culto, el demonio otorga poderes preternaturales para obtener poder, fama, dinero, influencia, es decir las cosas que desea la carne. Por medio de la brujería se puede llegar a lograr el éxito en el mundo profesional ya sea como artista, profesional, militar, político, etc. Estas personas pueden parecer muy atractivas y tener un gran don de ganarse a la gente hasta el punto de atraer grandes multitudes y convertirse en dioses para sus admiradores los cuales son capaces de hacer hasta lo irrazonable por ellos. Los poderes del mal pueden cegar las mentes y fanatizarlas portentosamente. La brujería no es mera superstición. El demonio ciertamente arrastra hacia su reino del mal a los que se involucran en ella y a sus aduladores. Si no hay arrepentimiento y conversión, el final será el infierno. La brujería recurre a espíritus malignos. Implica un pacto o por lo menos una búsqueda de la intervención de esos espíritus. El ser brujo o bruja se obtiene por vínculos satánicos en los que se entra por una “dedicación”, muchas veces dentro de la familia. La brujería implica la creencia en una realidad invisible a la que el practicante queda atado. Las Sagradas Escrituras enseñan que se trata de una entidad diabólica. (Deut. 18:12).
Pidamos a Dios que prefiramos morir antes de buscar algo del demonio.
En nuestros días, no son pocos los que están abandonando hoy la fe porque, en el fondo, nunca han experimentado que Dios podía ser para ellos fuente de vida y de alegría. Al contrario, siempre han sentido la religión como un estorbo para vivir. En ellos ha quedado el recuerdo de un cristianismo que poco tiene que ver con la felicidad que buscan ahora mismo desde el fondo de su ser. Hoy, alejados cada vez más de la experiencia religiosa, y respirando un ambiente social donde la religión es considerada como algo negativo y molesto, estas personas sólo sienten desafecto y desconfianza ante el cristianismo. No creen que la fe pueda aportarles nada importante para sentirse mejor.
Por este motivo, concluyo citando de nuevo al profesor español Piñero, quien dijo que las acusaciones en contra de Jesús son irreales. Pero ellas nos transmiten, sin embargo, una confirmación real e indirecta que no abona el radical escepticismo de algunos pocos investigadores que defienden la no existencia histórica de Jesús. En mi opinión, la existencia real de este personaje es indudable y en una pequeña parte condicionó la vida del judaísmo. Por ello el Talmud y la Misná nos plantean algunos problemas acerca de la personalidad y doctrina del Jesús de la historia. Todo lo que rodea a Jesús plantea problemas históricos de indudable envergadura: cómo fue exactamente el personaje sigue siendo para muchos un enigma aún no resuelto plenamente.[13]
Soli Deo Gloria
Dios le bendiga
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Notas:
[0] http://listas.20minutos.es/lista/personajes-espanoles-de-ficcion-351813/
[1] ¿Dónde se encontró Jesús con los endemoniados: En Gerasene o Gadara? (Mat. 8:28; Mar. 5:1-2 y Luc. 8:26-27)
- La tierra de los Gadarenos
- Mateo 8:28: “Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.”
- La región de los Gerasenos
- Marcos 5:1-2: “Cruzaron el lago hasta llegar a la región de los gerasenos. 2 Tan pronto como desembarcó Jesús, un hombre poseído por un espíritu maligno le salió al encuentro de entre los sepulcros.” (NVI).
- La región de los Gerasenos
- Lucas 8:26-27: “Navegaron hasta la región de los gerasenos, que está al otro lado del lago, frente a Galilea. 27 Al desembarcar Jesús, un endemoniado que venía del pueblo le salió al encuentro. Hacía mucho tiempo que este hombre no se vestía; tampoco vivía en una casa sino en los sepulcros.” (NVI).
En la Versión Reina Valera 60, Mateo usa “la tierra de los gadarenos”, mientras que la Nueva Versión Internacional en Marcos y Lucas sostiene la “región de los Gerasenos”. Existen dos posibles explicaciones en la ortografía de estas palabras. Primera, podría haber un pequeño error del copista en la forma de escribir la palabra de la manera como existen diferencias de ortografía en diferentes manuscritos. Segunda, Gadara podría haber sido la capital de la región de los Gerasenos y Mateo posiblemente se refirió a la misma usando un término más local: Los Gadarenos.
[2][3][4] http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2007/12/13/p131600
[5] Tipología media de los milagros evangélicos y de la magia según J. P. Meier:
A. De los milagros evangélicos
- La relación interpersonal de fe y confianza entre el ser humano y Dios es amplio en un contexto de milagro.
- El taumaturgo es ante todo un suplicante que solicita de Dios la fuerza. El contexto suele ser de obedincia a Dios por parte del taumaturgo.
- Jesús en concreto, aparte de breves frases, no pronuncia conjuros.
- No se puede forzar al taumaturgo ni a la divinidad para que se realice el milagro.
- El milagro es entendido como un símbolo o na realización previa del futuro reino de Dios.
- Los milagros de Jesús no son de castigo.
B. Por el contrario, las características del mago y la magia suelen ser las siguientes:
- Se procura una manipulación técnica de las fuerzas sobrenaturales para obtener un beneficio deseado.
- Los beneficios suelen ser modestos y adscribibles al círculo de las necesidades humanas y cotidianas.
- El mago no actúa dentro de un círculo de creyentes, sino solo. “No hay iglesia fundada en la magia”.
- El mago suele pronunciar largos conjuros. Si no se aplica la fórmula exacta no hay acto mágico.
- La magia tiene normalmente un carácter no público, esotérico.
[url= http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2007/12/13/p131600]
[6] LA MAGIA Y EL CRISTIANISMO
El término magia deriva de magi, uno de los elementos religiosos incorporados por los magos en la antigua Babilonia. Hubo magos en Roma, en Grecia y en casi todo el mundo occidental y oriental de la Antiguedad, cuando la magia o hechicería populares estaban relacionadas con antiguos ritos de fertilidad e iniciación en el conocimiento en los pueblos llamados bárbaros, principalmente los celtas. La magia y la hechicería estaban ligadas también a las creencias de pueblos orientales muy antiguos, en los que el mago o chamán era a la vez un sanador y un conocedor del mundo invisible de lo espíritus y desempeñaba un papel preponderante en la comunidad. En Grecia y Roma los adivinos y magos no tenían ya nada que ver con los sacerdotes, aunque eran consultados sobre todo por los poderes de adivinación de los que se creía estaban dotados. [url= http://www.historiadelamagia.com/]
Muchos cristianos combinan sus creencias y prácticas con la magia que a veces se conoce como la brujería, a pesar de las prohibiciones que se encuentran en tres listas de pecados en el Nuevo Testamento (Gál. 5:19-21, Ap. 21:8 y 22:15). Una de las razones para estas violaciones es que no saben distinguir entre el cristianismo y la magia. Es importante aprender a distinguirlos.
La diferencia entre los dos: El cristianismo y la magia difieren tanto en sus propósitos, sus actitudes, sus métodos, su comportamiento como en su origen. El cristianismo tiene como propósito relacionarse con Dios de manera que uno pueda vivir en paz con El. Busca armonizarse con Dios; trata de reconciliarse con El; busca el perdón de Dios acatando a las condiciones estipuladas por su Señor. La persona que practica la magia tiene otro propósito. Busca aprovecharse de los poderes sobrenaturales y espirituales para lograr sus propios fines; así que para dicha persona los poderes divinos son solamente medios para lograr sus fines y propósitos individuales que con frecuencia son egoístas aunque puedan ser socialmente buenos o malos. Como consecuencia la magia trata de lograr sus fines “mediante fórmulas y actos que son considerados intrínsecamente efectivos en una forma casi determinista.” Asimismo hay una diferencia notable entre las actitudes del cristianismo y la magia. El cristiano se acerca a Dios con una actitud de dependencia. Sabe de que como él estaba hecha a la imagen de Dios depende totalmente de su Creador, quien es el original. Entra a la presencia del Señor con reverencia y humildad dándole gracias por su bondad, su gracia, su misericordia y su ayuda, o humildemente le pide, le ruega, le suplica y le hace petición, dispuesto a aceptar su santa voluntad en la forma expresada en el “Padre nuestro:” “hágase su voluntad en la tierra como en el cielo.” Así que se dirige a Dios para complacerlo y obtener de El algunos favores especiales; por eso le hace súplica, petición y ruego de forma sumisa.
La actitud de la magia con su conjuro es completamente contraria. Se acerca a los poderes sobrenaturales y espirituales con arrogancia y con autosuficiencia. Opera en forma autónoma e independiente, pues su eficacia emana de las mismas palabras, que ha de pronunciarse siempre del mismo modo. Forman solamente otra fórmula más para conseguir sus metas sin pedir o hacer petición. Se cree en un ritual o conjuro mágico en el cual el orden de las palabras o cierto tipo de comportamiento tiene la virtud o el poder de producir determinados resultados. Contiene casi siempre un mandato y tiene por objeto forzar la comparencia y la acción al instante con la que se va a operar. Demanda lo que quiere; con una fórmula o con sus conocimientos o con una sustancia especial piensa obligar a los poderes a acatar a sus anhelos. Exige de ellos lo que propone; propone y planea coaccionar, controlar y someter lo sobrenatural. Así se adueña de esa fuerza y poder y lo administra, poniéndolo a su servicio y utilizándolo para alejar otros poderes.[Dr. Donald T. Moore cit en http://www.sanadoctrinaonline.org/Book%201/SDMAGIAY.htm]
[7] HÉCTOR V. MOREL, HISTORIA DE LA MAGIA,pag. 6, Título original francés Histoire de la Magie Ediciones en español Editorial KIER S.A., 3era. edición, Buenos Aires años: 1978, 1983, 1988 Tapa: Horacio Cardo Libro de edición argentina ISBN: 950-17-0902-7 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 © 1988 by Editorial KIER, S.A. Buenos Aires Impreso en la Argentina
[8][9] http://www.fluvium.org/textos/cultura/cul123.htm
[10][11] http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=542
[12] http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=009
[13] http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2007/12/13/p131600
[14] Antonio Pagola, Jesús Aproximación Histórica, pag. 5, Primera edición: septiembre 2007 Segunda edición: octubre 2007 Tercera edición: noviembre 2007 Diseño: Amparo Hernández Pereda-Velasco Estudio SM © 2007, José Antonio Pagola © 2007, PPC, Editorial y Distribuidora, SA Impresores, 2 Urbanización Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte (Madrid) ppcedit®ppc-editorial.com www.ppc-editorial.com ISBN 978-84-288-1940-4 Depósito legal: M-46,Sü4-2007 Impreso en España I Printed m Spam Imprime Huertas lndustnas Gráfteas, S.A.
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Fuentes:
- libro electronico Antonio Pagola,Jesus Aproximacion Historica, pag.5,164-168,Primera edición: septiembre 2007 Segunda edición: octubre 2007 Tercera edición: noviembre 2007 Diseño: Amparo Hernández Pereda-Velasco Estudio SM © 2007, José Antonio Pagola © 2007, PPC, Editorial y Distribuidora, SA Impresores, 2 Urbanización Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte (Madrid) ppcedit®ppc-editorial.com www.ppc-editorial.com ISBN 978-84-288-1940-4 Depósito legal: M-46,Sü4-2007 Impreso en España I Printed m Spam Imprime Huertas lndustnas Gráfteas, S.A.
- http://www.miapic.com/donde-se-encontro-jesus-con-los-endemoniados-en-gerasene-o-gadara
- El Deseado de Todas las Gentes, 304-307. cit en http://text.egwwritings.org/publication.php?pubtype=Book&bookCode=EJ&pagenumber=78
- http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2007/12/13/p131600
- http://www.centraldesermones.com/sermones/1887-poder-sobre-los-demonios
- http://www.miapic.com/qu%C3%A9-vino-a-hacer-jes%C3%BAs
- http://st-listas.20minutos.es/images/2013-01/351813/3858548_249px.jpg?1357637655
- http://www.mci12.com/es/noticias/224-oime-bien-satanasq
- http://www.mci12.com/images/stories/declaraciones/carlosa.jpg
- http://www.fluvium.org/textos/cultura/cul123.htm
- http://www.cmb.org.co
- http://elciberpastor.org/2010/01/31/el-nombre-de-jesus-y-los-demonios/
- http://johnosteenblog.blogspot.com/2010/01/como-demostrar-la-derrota-de-satanas.html
- http://cayadopastoral.com/d/d9-1.html
- http://ccparagon.pangea.org/quehacemos/jesushistorico.htm
- libro electrónico Antonio Pagola, Es bueno creer – Para una teología de la esperanza,pag.4 ,ed. san Pablo SAN PABLO 1996 (Protasio Gómez, 11-15. 28027 Madrid) Tel (91)742 51 13 – Fax (91) 742 57 23 © José Antonio Pagóla Elorza 1996 Distribución SAN PABLO División Comercial Resina, 1 28021 Madrid ISBN 84-285-1894-7 Depósito legal M 19 587-1996 Impreso en Artes Gráficas Gar Vi 28970 Humanes (Madrid) Impreso en España
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