La igualdad: un derecho humano y un propósito de Dios
POR NAYDÚ VILLAMARÍN RENTERÍA
06/08/2013
La declaración Universal de los derechos humanos[1] ha sido un paso importante en el rescate de la dignidad e igualdad de las personas, dice en su artículo primero: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”[2].
Ante este discurso, la Biblia proporciona evidencia que fortalece su pronunciamiento. Sin embargo, la iglesia cristiana no tiene una posición común frente el tema de igualdad entre el hombre y la mujer; por un lado se enseña que son iguales citando a: Génesis 1:27 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”, y Gálatas 3:28 “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.”(rv)[3]