La Biblia es un libro maravilloso que de manera milagrosa ha llegado a nuestras manos soportando los embates del tiempo.
Es bien sabido que la Biblia no fue escrita en lengua vernácula sino en idiomas propios de las tierras semitas como el hebreo, y algunas pequeñas porciones en arameo imperial.[1]
Sin embargo hoy los lectores de la biblia tienen a su disposición un gran número de traducciones que responden a las diferentes necesidades de sus usuarios. Estas versiones tienen diversos enfoques. Algunas desean hacer que su lenguaje sea más colorido y de fácil lectura,[2] otras hacen una paráfrasis de elevado nivel,[3] y hay muchas otras que se desenvuelve en el ámbito netamente académico.[4] Sin embargo todas son traducciones. Las traducciones son en sí una interpretación del texto.
La biblia fue escrita en hebreo y las palabras que contiene deben ser estudiadas en un contexto determinado con…
Ver la entrada original 587 palabras más